El secundario fué laborioso para el GUille, sus compañeros lo tildaban de "traga" debido a sus excelentes notas. Su capacidad intelectual era tremenda, no había tema ni materia en la que no mostrara toda su sapiencia, su razonamiento y su lógica . Sin embargo le jugaban en su contra la poca habilidad para los deportes; si pateaba una pelota hacia el arco, el arquero, tranquilo, se dedicaba a "hacer vista" porque ni siquiera acertaba a ubicarla entre los tres palos.
No hablemos del basquet en que la pelota golpeaba contra el tablero y volvía con fuerza insostenible al centro del campo favoreciendo el ataque rival.
Lo mismo sucedía con el rugby donde ¡ Oh, rarezas del destino! la ovalada en lugar de elevarse por encima del horizontal, cruzaba indefectiblemente por debajo del mismo, en una singular habilidad que le provocaba alegría a sus adversarios y mucha bronca a sus compañeros de equipo.
Pese a ello, recordó un episodio que le causaba placer, uno de los pocos que pudo gozar, uno en medio de los otros plenos de cargadas y malas pasadas de sus compeñeros.
La clase estaba amodorrada, un poco por el calor adelantado de noviembre que comenzaba a apretar, y otro tanto porque los últimos días de clase, escuchando al "profe", su voz monótona buscando completar vertiginosamente los tópicos del año escolar, resultaban un hipnótico natural y eficiente.
En la primera fila de bancos, justo frente al pizarrón, se sentaba Ruth, una rubia hermosa que con su adolescencia a cuestas, ya mostraba una cuota importante de seducción y sensualidad que hacía acelerar los corazones masculinos, además de las notables y frecuentes erecciones , expresadas en las varoniles caras, los ojos entrecerrados, lengua a flor de labios y respiración entrecortada.
Ruth era naturalmente coqueta y sabía qué despertaba en las mentes, el corazón y las gónadas de los jovencitos, sintiéndose el centro de las miradas lascivas de los hombres y las envidiosas de las mujeres...
¡Saquen una hoja! se escuchó alprofesor, quizás para romper la monotonía que sobrevolaba la clase. La orden conectó a los alumnos con la realidad y sirvió para que recordaran las cien mejores, horribles imprecaciones, saludando a la familia del catedrático hasta su 3ª precedente generación.
Lentamente distribuyó los temas , y los educandos , ya resignados, comenzaron a exprimir sus yertas mentes, para escribir, aun que más no sea, un párrafo salvador.
El único que sintonizó rápidamente el tema fué , como no podía ser de otra manera, el gordo Guille que arremetió con su birome negra, desperdigando frases a toda velocidad sobre la hoja.
El "lungo" Ramírez oteba el horizonte y observaba a los demás compañeros buscando auxilio, porque lógicamente no sabía una pepa.
en la primera fila delante del Guille estaba Ruth , la hermosa rubia que, como la mayoría, no sabía que escribir.
En el aire denso no se oía ni el vuelo de una mosca , el profe vigilaba desde su sillón, a veces "cabeceando" adormecido ..
De pronto, un pequeño ruido, casi imperceptible, hizo que Ramírez con su largo cuello girara la mirada hacia el lugar donde aparentemente partió ese pequeño roce, y esbozando una sonrisa triunfal vió que Ruth había recibido un "machete" que le facilitó Guille.
Ramírez, como todos, le tenía muchas ganas a la rubia y ésta siempre lo había ninguneado, así pensó el flaco calculando que había llegado el momento , lo que había visto sería una carta para jugar vengándose de ella y, de paso ¡porqué no! del gordo "tragalibros"...
Sonó el timbre anunciando que comenzaba el recreo, el profe recogió las pruebas sorpresa, los s alumnos salieron al patio, y Ramírez relamiéndose alcanzó aver la sonrisa de gratitud conque Ruth premió al Guille.
En la clase siguiente el profe colocó la pila de hojas de los exámenes relámpago sobre el escritorio, carraspeó en varias oportunidades y luego de un silencio ominoso comenzó a reprocharles la falta de contracción al estudio, la mala atención en clase, su poca responsabilidad y la carencia de amor propio para no avergonzarse de lo magro de sus conocimientos .
Estaban todos aplazados salvo, como ustedes suponen , Ruth y Guille que fueron efusivamente felicitados por el educador....cuando en medio del silencio Ramírez se puso de pie y con voz temblorosa por lo que consideraba un acierto fenomenal , comenzó a explicar a la clase entera como había captado el instante en que la rubia se "copiaba" de Guille, por lo que ambos habían cometido una mala acción.
Se hizo un silencio sepulcral hasta que el profesor lo quebró agradeciendo a Ramirez su celo para hacer justicia, pero no era el caso, ya que tanto Ruth como Guille no tenían temas en común , sino totalmente diferentes, por lo que se deducía que no había "copia" alguna.
Ramírez tuvo que cambiar su sonrisa burlona por un rictus de amargura, no podía entender que había sucedido, pero sí lo sabían Guille que escribió los dos temas al mismo tiempo y Ruth que lo había aprovechado totalmente, y que , al final de la clase lo premió al gordo, con un beso en la mejilla que lo hizo sonrojarse y sentir en su cuerpo los 4 jinetes del Apocalipsis, galopando sin control y sin freno.....
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