Saturday, April 29, 2006

Una vez adentro, estaba tranquilo. Miré en derredor, todas bocas abiertas, la sala era nube y volutas de palabras. Me hice amigo del bullicio, y me senté junto a una mujer de pelo negro, ojos mares y labios gruesos e insinuantes.

- Soy JP - le dije, y me miró.
- Soy el humo- me dijo, y le sonreí.

No sé si fue su beso o un pestañeo sutil, pero encandiló mi mirada. Pasó un rato hasta que pude hablarle, pero no lo hice. Me limité a dejarme llevar, arrastrarme escaleras arriba de su mano. Un cuarto, dos figuras y algo parecido al sexo aconteció. Algo chorreaba en una esquina. No había mesa, ni sillas, ni ventana. Solo una bombilla colgaba del centro del cuarto y estaba apagada. El piso estaba frío, y sus muslos calientes. Paró el movimiento de olas y paró el lento chorro. El haz de luz de un cuarto vecino me golpeaba la cara. Oía el jadeo de algun alma cercana. Seríamos dos o mas? Una risa invadió el crepúsculo y no quise adivinar. Entré en un sueño profundo. Sabía a miel y hojas.
Pintura para Camaleones