Volví al " gordo ", a la otra fuente que podía aclarar su relación con Tere, mi rubia hermosa, yo quería saber , cueste lo que cueste, aunque encontrara alguna duda, alguna espina que atravesara mi frágil corazón, alguna aventura guarra, o una vida en común de varios años , terminada , quizás abruptamente , o como dice el tango con " un adiós inteligente de los dos".

Conociéndolo al gordo Guille a través de esta narrativa episódica en donde ambos nos entreveramos, tenía la impresión de que sería sumamente difícil sonsacarle la verdad de su relación (si es que la hubo) con Teresa, pero mi interés era tan vivo, tan insistente, que estuve dispuesto a arremeter con todo, para lograr algún hilo conductor , algún sendero estrecho por donde deambular en búsqueda de la verdad.

Guille no dió señales de vida, con gran desesperación de mi parte, hasta aquella tarde lluviosa, húmeda y calurosa de noviembre, en la que sonó mi teléfono.....Corrí hacia él (el teléfono por supuesto) como intuyendo que iba a oír su voz, algo ronca pero claramente audible, posiblemente por la acción deletérea del cigarrillo, combinada con el alcohol y, posiblemente, por efecto del reflujo de contenido gástrico por la presencia de una hernia esofágica...

Efectivamente escuché su voz inconfundible, pero cansada, invitándome a continuar la conversación coloquial y confesionaria , como una parodia grotesca de "las mil y una noche" en su formato occidental , más acertadamente con su formato porteño.

Terminado el amoroso éxtasis con que Teresa
me ha tratado, a fondo y minga de anestesia,
con todos mis sentidos a flor de piel, se aprecia
una necesidad de volver a la duda que me apresa
mi rubia, mi amor , mi todo,
la persecución del gordo
que causas la engendraron,
porque esta sania sin resuello ,
sin descanso?
Me hice la firme decisión ,
de encontrar, una respuesta,
esta espina clavada que me cuesta
arrancar de mi carne atravesada,
por la incertidumbre de saber que relación
existe entre Guille y mi voluptuosa amada....

Fui a visitar a mi rubia amada, a la que tenía algo olvidada por mi enfermiza necesidad de conocer íntimamente al "gordo" guille y, de alguna manera al conocerlo,poder librar a ella de esa persecución de la que necesitaba saber su "inicio" su "primum movens" (el primer momento , la primera causa), persecución que posteriormente se hizo obcecada, frenética, sin descanso.

La rubia Teresa (que así se llama mi amor) me abrazó apasionadamente, como era su costumbre, me habló de su soledad, rogándome que me fuera a vivir con ella, porque su amor me cubriría como una cálida manta.

Había llevado unos bizcochitos y factura para acompañar al mate infaltable, compartido con Tere a la que le encantaba pasar el rato charlando conmigo de mil temas distintos, mientras consumíamos plácidamente la verde infusión , un clásico que argentinos y uruguayos compartimos como el tango, el Rio de la Plata , Gardel, el fútbol...

Esta vez, luego de una charla con temas intrascendentes, me impuse la necesidad de conocer algo más del misterioso conflicto de mi rubia con el gordo.

Me encontraba saboreando el 10º bizcocho de grasa cuando suavemente, como sin interés la interrogué sobre ese enigma que deseo resolver.

La rubia tosió coquetamente, haciendome recordar a la nerviosa tos del Guille, respiró profundamente, me abrazó sensualmente, me llevó hasta su cama y.....allí me olvidé de la pregunta, de mi curiosidad , de mis dudas y me revolqué alegremente en ese mar de dicha, desenfreno y sexo...

Ahora comprendo totalmente el profundo dolor del gordo guille

Su faz transfigurada, sudorosa, que representaba su voz sufriente,

como la mueca imponente de la carne herida por un clavo caliente,

o como el golpe artero, seco, restallante, que algún hueso astille..

Sentí pena por el gordo desvalido,

al que ví desarmado, vulnerable,

falto de reacción , inconsolable,

para él la amistad tiene sentido,

al menos un sentimiento lo conmueve,

algo resquebraja su dura contextura

y hace brotar un dejo de ternura

en su pétrea personalidad, y lo renueve...

Guille recomenzó su relato con voz cascada. imprecisa, luchando emocionalmente, con ese secreto atroz que lo torturaba, impresionaban sus marchas y contramarchas, indeciso, pero venciendo todo esto, esa noche entregó lentamente , a cuenta gotas , la revelación del misterio que explotaba en su pecho.

Fabián era un gran tipo, abogado talentoso, se dedicaba a litigar con la gente del hampa, personajes duros, sin sentimientos, a los que había que defender, a veces a sabiendas de su irrefutable culpabilidad.

Fabián tenía la envidiable cualidad de no contaminarse de toda la basura con la que trataba, la escoria de la sociedad.

Pero...la mejor intención , los acendrados valores que fueron transmitidos por la familia, suelen a veces naufragar en el océano proceloso de la vida...

¡Malditos! vociferó el gordo con ira incontenible mientras con su puño cerrado hacía tintinear vasos, botellas, hielera, con un golpe que estalló en la coqueta mesa en la que estábamos acodados, uno hablando con dolor y otro escuchando con acentuado interés.

El GUille recobró la compostura , aclaró su voz y continuó con la narración.

Fabián descubrió una trágica banda de malhechores que se encargaba de fabricar, distribuir y comercializar drogas.-

Ese descubrimiento fué para él un click en su cerebro, comprendió que su vocación era la justicia, no podía seguir defendiendo a delincuentes, su meta sería llegar a fiscal y destruir todo tipo de organización o individuos que atentaran contra la sociedad, la gente, descuidada e inocente.

De esa manera, continuó con la investigación y estaba muy cerca de llegar al corazón de la banda, cuando un desgraciado suceso fué el hito, el punto de partida de una serie de hechos negativos que se concatenaron para destrozar la vida de Betty y Fabián.

Betty la morocha infartante comenzó a consumir droga de la más "pesada", merced al contacxto con los canallas que Fabián perseguía.

Fué tal su incursión en esa malhadada adicción que se tornó una dependiente peligrosa , una adicta feroz a la que Fabi no pdía contener.

En un determinado momento la situación se tornó muy crítica y sin salida.

El joven abogado fué extorionado por los malandras que , a cambio de liberar a Betty de sus garras, le solicitaban que abandone la persecución de los jefes del "cartel" de la droga-

ERa tal su amor por Betty que Fabian acordó renunciar a su vocación de justicia, con tal de lograr que su amada se rehabilitara.

Pero no contaba con la artera maniobra de los "maffiosos" que no cumplieron con su parte del trato, continuando con el suministro de drogas a Betty hasta su....deceso.

Esto fué demasiado para Fabián que, consternado, humillado y avergonzado, por haber cedido ante los delincuentes, y recibir como contrapartida la traición de los killer, y lo que fué la gota que rebalsó el vaso la muerte de su amada en un hospital , destruída por la adicción, eligió volarse la tapa de los sesos ante semejante humillación.

Guille se detuvo agitado, sudoroso, sumido en un llanto convulsivo, se desplomó en su sillón, sin aliento, balbuceando el nombre de su querido amigo Fabián.

Opté por retirarme y el aire frío de la noche desplazó parcialmente la sensación de asco yh tristeza que me embargaba, y desolado rumbée para mi casa.

Que será de Fabián compañero de aventuras
del gordo Guille, que se siente fatigado,

como un ser sin alma, derrotado,

cuando cuenta su historia y uno conjetura

al escucharlo tembloroso, frágil, demudado,

que algo tremendo, misterioso y desalmado,

ha ocurrido en este racconto de amargura

atroz, impotencia inusitada, triste desventura...

cómo seguirá este relato de sombras, tan cargado,

con Guille lamentando un hecho desgraciado?

o quizás mi fantasía , me ha sobrepasado?

Pasaron 2 semanas que me llenaron de incertidumbre, no sabía si se había cortado este atisbo de relación amistosa porque Guille se había enfermado o, abrumado por sus recuerdos había deciidido suspender las confidencias.
Lo cierto es que la llamada telefónica invitandome a pasaar por su casa el miercoles por la noche, me llenó de alegría y, porque no de malsana curiosidad por saber que había sucedido.
Con mucho de ansiedad me encaminé esa noche a la mansión del gordo, me sentía tenso como un estudiante que va a rendir una materia .
Por fin llegué, la puerta se abrió silenciosamente yen medio de la penumbra que disipaba una lámpara de pie , lo observé a Guille, algo desmejorado, pero más animado, como habiendo superado elmomento embarazoso de la visita anterior.
Como un denominador común de la conjunción encuentro + racconto le dió un sorbo a su whiskey con hielo, carraspeó mientras encendía su cigarro y desparramándose en su sillón favorito comenzó a hablar.
Vea amigo, a veces las pasiones, los sentimientos nos traicionan y por más que uno sea un duro, con juna coraza impermeable que se coloca para evitar la influencia de las emociones, hay circunstancias, hechos, vivencias que atraviesan esa protección y llegan directo al corazón que, como sabemos, cuando se siente tocado , reacciona imprevisiblemente dejándose llevar por los afectos y no por la razón ......Algo de eso- continuó el gordo- fué lo que me ocurrió la última vez......recuerdos entraniables se agolparon en mi corazón, no teniendo más remedio que detenerme, so pena que, al continuar pudiese terminar en un sanatorio ó peor aún, en un cementerio...vuelvo a repetir que me disculpe por el mal momento que usted ha debido soportar por mi culpa.
Fabián era el prototipo del abogado honesto, sincero, no corrupto, sus padres le habían inculcado que ganar dinero trabajando era lo justo y necesario, es más, debíia cobrar buenos honorarios pero sin enganios ni innecesarios artilugios en una profesión que se presta, frecuentemente, a ellos.
Ambos, Fabián y Guille habían terminado su carrera el mismo día y también, en el mismo glorioso día frecibieron sus respectivos diplomas, iniciaando así la nueva etapa, plena de ilusiones, de suenios y esperanza...
Los dos, pese a tener oficinas separadas, continuaban alimentando su amistad, a veces con las consultas de casos dificiiles, otras saliendo a ¨atorrantear¨ con pibas en piringundines suburbanos de dudosa moralidad.
Betty, una morocha atractiva, sensual y ondulante caló hondo en el corazón de Fab ián que comenzó a salir con ella asiduamente y el Guille lo acompaniaba para hacerle ¨pata¨ a su entraniable amigo..
En cierta ocasión Fabián dejó de frecuentar los boliches e , inclusive, extraniamente, dejó de comunicarse con el gordo, que al comienzo no se alarmó
pensando en el romance que betty y Fabián parecían haber iniciado..
Una maniana recibió una llamada telefónica de su amigo que, con voz entrecortada le informó que estaba pasando muy mal momento en su vida,,que no podía contarle dem asiado, y cortó prometiéndole una nueva conversación aclaratoria.
Quedé sin ceramente preocupado, esperando la continuación de este episodio, porque Guille otra vez quebrado por los recuerdos, se disculpó diciéndome que en otro momento iba a continuar con su relato.
Sintiéndome como la favorita de las mil y una noches, tomé el camino de regreso a casa..

Qué misterio rodeaba al tema abortado bruscamente,
Qué pasaba con el gordo, que empezó a narrar
un tema de su vida y luego, intempestivamente,
cesó en su discurso, se lo notó fatigado, sin entrar
cómodo en el tema, algo antipático, seguramente,
lo obligó a detenerse , pidiendome continuar
más adelante, sin tiempos, discontinuadamente,
olvidado de mi presencia, desmayado, sin lugar...

El "racconto" de ese día comenzó más tarde . Guille sufría los efectos del calor y de una diarrea que lo debilitaba probablemente causada por los excesos del alcohol. Lo que no cambiaba era su eterna tos de fumador emedernido que lo molestaba, habitualmente cuando comenzaba a hablar.

Así que . en la tarde que nos ocupa, cuando comenzó la narración de una más de sus confesiones, lo observé más desgastado, el entrecejo fruncido como alguien que le duele recordar, o más aún no quiere recordar...

La Facultad de Derecho explotaba de alumnos, abogados , profesionales, bedeles , etc. y, Guille, aventajado alumno del 2º añoestaba consultando fechas de examenes en la cartelera, cuando se acercó un compañero , Fabián Sbarski , que lo saludó sonriente,. como hacía habitualemente con sus compañeros, y se pusieron a conversar sobre temas en común, las asignaturas, los libros a consultar en la biblioteca, los trabajos prácticos..

Ese día, ese encuentro fué de alguna manera, el inicio , la piedra fundamental , de una sincera amistad, fortalecida por las reuniones para repasar temas, preparar materias, discutir presentaciones, y, porque no también, planificar las salidas nocturnas, los gustos compartidos, que se ingeniaban para no hacerlos coincidir con la planificación de sus estudios.

A esta altura el gordo resopló como cansado, agotado, quedó en silencio un rato largo, y luego, despues de ofrecerme un whisky, se disculpó pidiéndome por favor , seguir con lo que me estaba contando otro día , excusándose por su cansancio y abulia.

De más está decir que me retiré presurosamente, y salí, desconcertado por esta actitud de Guille,y les puedo asegurar, que sentí una profunda pena por él , porque trasuntaba una inmensa melancolía , una singular tristeza, que lo envolvía y le daba el aspecto de una persona débil, indefensa, vulnerable.....

Como explicar las sensaciones que despiertan

las confesiones del Guille mostrando

las facetas de su vida, los días de su infancia,

con sus picardías, las bromas, demostrando

que en su momento, a la distancia,

fué un pibe como todos, sincerando

su personalidad, que alguna vez fué buena,

y uno piensa, entonces, que extraños cambios

fragmentan y destruyen nuestra vida,

y pasan del blanco al negro, o a los grises..

Qué misterios hacen posible la perdida

ocasión de ser un justo,

y posibilitan en cambio, ser un sucio

pleno de delitos, de bajezas y de "furcios",

que forjaron ¡hay que decirlo! a otro sujeto

distinto del pebete inteligente, hábil y discreto,

que asomó en esa edad, sin pensar en los renuncios...

El secundario fué laborioso para el GUille, sus compañeros lo tildaban de "traga" debido a sus excelentes notas. Su capacidad intelectual era tremenda, no había tema ni materia en la que no mostrara toda su sapiencia, su razonamiento y su lógica . Sin embargo le jugaban en su contra la poca habilidad para los deportes; si pateaba una pelota hacia el arco, el arquero, tranquilo, se dedicaba a "hacer vista" porque ni siquiera acertaba a ubicarla entre los tres palos.

No hablemos del basquet en que la pelota golpeaba contra el tablero y volvía con fuerza insostenible al centro del campo favoreciendo el ataque rival.

Lo mismo sucedía con el rugby donde ¡ Oh, rarezas del destino! la ovalada en lugar de elevarse por encima del horizontal, cruzaba indefectiblemente por debajo del mismo, en una singular habilidad que le provocaba alegría a sus adversarios y mucha bronca a sus compañeros de equipo.

Pese a ello, recordó un episodio que le causaba placer, uno de los pocos que pudo gozar, uno en medio de los otros plenos de cargadas y malas pasadas de sus compeñeros.

La clase estaba amodorrada, un poco por el calor adelantado de noviembre que comenzaba a apretar, y otro tanto porque los últimos días de clase, escuchando al "profe", su voz monótona buscando completar vertiginosamente los tópicos del año escolar, resultaban un hipnótico natural y eficiente.

En la primera fila de bancos, justo frente al pizarrón, se sentaba Ruth, una rubia hermosa que con su adolescencia a cuestas, ya mostraba una cuota importante de seducción y sensualidad que hacía acelerar los corazones masculinos, además de las notables y frecuentes erecciones , expresadas en las varoniles caras, los ojos entrecerrados, lengua a flor de labios y respiración entrecortada.

Ruth era naturalmente coqueta y sabía qué despertaba en las mentes, el corazón y las gónadas de los jovencitos, sintiéndose el centro de las miradas lascivas de los hombres y las envidiosas de las mujeres...

¡Saquen una hoja! se escuchó alprofesor, quizás para romper la monotonía que sobrevolaba la clase. La orden conectó a los alumnos con la realidad y sirvió para que recordaran las cien mejores, horribles imprecaciones, saludando a la familia del catedrático hasta su 3ª precedente generación.

Lentamente distribuyó los temas , y los educandos , ya resignados, comenzaron a exprimir sus yertas mentes, para escribir, aun que más no sea, un párrafo salvador.

El único que sintonizó rápidamente el tema fué , como no podía ser de otra manera, el gordo Guille que arremetió con su birome negra, desperdigando frases a toda velocidad sobre la hoja.

El "lungo" Ramírez oteba el horizonte y observaba a los demás compañeros buscando auxilio, porque lógicamente no sabía una pepa.

en la primera fila delante del Guille estaba Ruth , la hermosa rubia que, como la mayoría, no sabía que escribir.

En el aire denso no se oía ni el vuelo de una mosca , el profe vigilaba desde su sillón, a veces "cabeceando" adormecido ..

De pronto, un pequeño ruido, casi imperceptible, hizo que Ramírez con su largo cuello girara la mirada hacia el lugar donde aparentemente partió ese pequeño roce, y esbozando una sonrisa triunfal vió que Ruth había recibido un "machete" que le facilitó Guille.

Ramírez, como todos, le tenía muchas ganas a la rubia y ésta siempre lo había ninguneado, así pensó el flaco calculando que había llegado el momento , lo que había visto sería una carta para jugar vengándose de ella y, de paso ¡porqué no! del gordo "tragalibros"...

Sonó el timbre anunciando que comenzaba el recreo, el profe recogió las pruebas sorpresa, los s alumnos salieron al patio, y Ramírez relamiéndose alcanzó aver la sonrisa de gratitud conque Ruth premió al Guille.

En la clase siguiente el profe colocó la pila de hojas de los exámenes relámpago sobre el escritorio, carraspeó en varias oportunidades y luego de un silencio ominoso comenzó a reprocharles la falta de contracción al estudio, la mala atención en clase, su poca responsabilidad y la carencia de amor propio para no avergonzarse de lo magro de sus conocimientos .

Estaban todos aplazados salvo, como ustedes suponen , Ruth y Guille que fueron efusivamente felicitados por el educador....cuando en medio del silencio Ramírez se puso de pie y con voz temblorosa por lo que consideraba un acierto fenomenal , comenzó a explicar a la clase entera como había captado el instante en que la rubia se "copiaba" de Guille, por lo que ambos habían cometido una mala acción.

Se hizo un silencio sepulcral hasta que el profesor lo quebró agradeciendo a Ramirez su celo para hacer justicia, pero no era el caso, ya que tanto Ruth como Guille no tenían temas en común , sino totalmente diferentes, por lo que se deducía que no había "copia" alguna.

Ramírez tuvo que cambiar su sonrisa burlona por un rictus de amargura, no podía entender que había sucedido, pero sí lo sabían Guille que escribió los dos temas al mismo tiempo y Ruth que lo había aprovechado totalmente, y que , al final de la clase lo premió al gordo, con un beso en la mejilla que lo hizo sonrojarse y sentir en su cuerpo los 4 jinetes del Apocalipsis, galopando sin control y sin freno.....

El gordo se va explayando, gradualmente
como sintiendo la necesidad de que lo escuche
y sacar afuera sus fantasmas , el serrucho que serruche
las maderas que le impiden liberar su mente,
esa mente lúcida, por demás rápida e inteligente,
que no siempre usó con la sana convicción
de defender las buenas obras, lo veraz de una opinión,
darle la derecha al que demuestre su ambición indudable
de INOCENTE..
Hasta ahora todo macanudo, sin peligro,
un Guille comprensivo, dispuesto al "racconto"
de su vida interesante, pintoresca, de pronto
con una buena acción, más tarde la conducta que denigro,
un vericueto de detalles que comienzan a surgir
como un chorro de agua , fluyendo de una grieta
de un montón de rocas feroces y concretas,
y el líquido que brota...la fuerza de vivir...

Las entrevistas con Guille se sucedían regularmente, y así nuestra relación fué alimentando una cuasi amistad que Dios dirá si será fortalecida o no con los acontecimientos a vivir en el futuro.
Mi estrategia consistía , hasta el momento, en lograr su confianza o, por lo menos, ganarla gradualmente y poder infiltrarme como un microorganismo en su cerebro siempre vigilante, para debilitarlo, apaciguarlo y torcer su instinto feroz para que perdone de una vez a mi rubia amada.
Esa tarde, previo acceso de tos, fumando su habano eterno, en su mano el vaso de whisky con hielo, el entrecejo fruncido, los ojos dirigidosal techo, sin mirar, como buscando en las profundidades de su memoria algún recuerdo que lo había impactado, un hecho interesante, un suceso emotivo, en fin, ya veremos...
Cuando bajó sus ojos a la pequenia mesa a la cual estábamos sentados, parecía haber resuelto su problema, disuelto fantasmas, despejado brumas y asi, empezar su relato.
Era un gordito de unos seis, siete anios que, como todos sus companieritos, corría todo el día, jugaba aceptablemente bien a la pelota, saltaba zan jas, tocaba timbres y desaparecia, entre las maldiciones de los vecinos del lugar.
Donde sacaba amplias ventajas era en el cole; Guille era un excelente alumno, aplicado, lúcido, rápido con los números, memoria para historia y geografía, de lenguaje pulido, prosa galana y excelente ortografía y sintaxis.
Sus padres, inmigrantes trabajadores, honestos y honrados a carta cabal,cifraban todas sus esperanzas en él, y ya lo imaginaban como un hábil aabogado, resolviendo casos difíciles, ganando juicios y acumulando buena moneda.
En una oportunidad, hubo un robo de dinero de la caja de la cooperadora del colegio . Acusaron a Tobías, un ninio humilde hijo de una fam ilia modesta con grandes dificultades económicas.
Todo lo sindicaba como el culpable inequívoco del hurto, estando por ello al borde de la expulsión.
Sin embargo el gordo Guille puso en juego su olfato innato de defensor y después de una rápida investigación, consiguió demostrar que el tesorero de la Asociación era el verddero autor del ilíicito, acuciado por deudas de juego.
Había resuelto favorablemente su primer caso. En la escuela su fama alcanzó niveles altísimos, se lo miraba con cierta admiración, gracias y pese a sus poquísimos anios.
El gordo se reacomodó en el sillón como hacía siempre al dar por terminado su relato... tomé mi whisky apresuradammente, saludé con un ¨hasta la próxima¨ y abandoné velozmente el departamento....