Me puse otra vez a pensar repensando lo pensado,
como al "gordo" desollar como a un conejo,
y borrarlo del mundo de los vivos, mas lo veo tan complejo
difícil al hartazgo, todo falla, me ha pasado
en todos los intentos precedentes,
y del primero al último, sin suerte,
no solo fallé sino que casi muero
en la parada, como en esos partidos,
en que un córner genera un contraataque ,
y te hacen un gol que te deja dolorido,
enclenque, maltrecho y badulaque,
como mi espìritu contrito,
por no poder cumplir con el deseo
de esa rubia hermosa y rellenita
que la veo,
y provoca mil cosquillas,
en el estómago, la mente , las canillas,
me tiemblan las piernas, la puntita
del....mentón, las orejas y espinillas,
volviendo a encender mis energías,
para rebuscar noche a noche, día a día,
un plan , una estrategia, una porfía,
la loca sensación que me introduzca
en el futuro acariciado, mi loca fantasía

Habían pasado diez días desde mi alta (paso a contarlo personalmente) y recién estaba recuperándome de la paliza que me propinaron en el reñidero. Rumiaba amargamente repasando los sucesos ocurridos recordando uno a uno, vívidamente los detalles , me sentía un "pelotudo" total, un Quijote luchando contra los molinos de viento por el amor de su Dulcinea. Sin embargo como " es zonzo el cristiano macho cuando el amor lo domina", comencé lentamente a sacudir mi cerebro para diseñar una nueva estrategia para localizar al "gordo" putañero y sudoroso.

Entré en una depresión muy galopante,
nada me alegraba ni importaba,
mi alma hecha pedazos, destrozada,
no me dejaba pensar hacia adelante,
en sucesión veía mis fracasos
uno a uno desfilando muy tranquilos
riendo a carcajadas de mis pasos,
errados, llevándome hacia el filo
del desastre, de la muerte, derrotado,
sin poder mirar al cielo , avergonzado,
sinsacarme ese peso, inaguantable,
solo mi rubia con su inquebrantable
amor, para conmigo, me hacía
sobrellevar este dolor, indomable,
y comenzar nuevamente, la porfía...

Los gritos, ese vocerío infernal de los enardecidos apostadores, las imprecaciones contra los pobres animales que se inmolaban, destrozándose a picotazos, el aspecto a veces irreconocible del triunfador que quedaba maltrecho, sangrando y sin entender la alegría de los que se habían jugado a sus patas y pico mortífero, lo estaban asqueando , pero su afán de comprobar si su instinto no le había fallado, hacía que permaneciera en su lugar , ensordecido y obnubilado por la gente que lo empujaba, apretaba y lo abrazaba de acuerdo al desarrollo de la riña. Habían pasado ya, tres peleas , todas del mismo estilo , los gallos abalanzándose uno sobre el otro descargando sus picotazos como si estuvieran animados por un odio ancestral, destrozándose hasta que alguno caía sin posibilidades de levantarse jamás, a veces con la intervención de alguno de los entrenadores para lavar las heridas, o un ojo destrozado o la cresta irreconocible con una esponja embebida en agua y vinagre, y otra vez al ring para continuar con la macabra pelea...Comenzaba la riña de "semifondo" y ya se estaba despidiendo del reñidero , sin pena ni gloria , cuando le pareció ver entra la muchedumbre la imagen inconfundible del "gordo", rubicundo y empapado en transpiración , alentando como un energúmeno a uno de los gallos que se enfrentaban en la "semi", y de pronto se agolparon todos sus pensamientos como un volcán en ebullición : la necesidad de hacerlo desaparecer definitivamente , sus miedos a fallar, el temor a ser descubierto y en el mejor de los casos apresado terminando sus días en una oscura, húmeda y fría celda, o lo que es peor aún , que el "gordo" lo descubriera y lo pasara a degüello sin preguntar quién era ni porqué lo hacía- Esta batahola de sentimientos encontrados lo puso muy nervioso, le pareció intuir que le temblaban las pìernas , y junto con ellas vacilaba su valor para acometer el último acto , con el que cerraría esta inconclusa y absurda historia. La calma llegó cuando se dedicó a soñar con su " rubia " amada y con su recuerdo subyugante, entonces infló el pecho y se dirigió resueltamente , esquivando a la gente, hacia la posición de su víctima que totalmente indefensa seguía apostando sin descanso.
Después de un agobiante y accidentado desplazamiento logró ubicarse detrás del "gordo"; podía observar sus movimientos espasmódicos , como si estuviera en el centro del ring y él fuera uno de los gallos que se peleaban impiadosamente , azuzados por sus entrenadores y los insultos de los espectadores-
Acarició el arma en su bolsillo , apuntó al tórax de su personaje a matar, la cosa parecía sencilla, imposible de fallar, apretaría el gatillo y, sin hesitar desaparecería entre la muchedumbre aprovechando la sorpresa , y la indiferencia de los apostadores que parecían tener sólo ojos y oídos para la riña que estaban presenciando. Estaba en esa excitante actitud, cuando uno de los tomadores de apuesta le pegó un empellón que lo hizo trastabillar, increpándolo porque lo venía observando que no hacía ninguna apuesta desde que había llegado, y en ese lugar se iba a jugar , no a mirar, lo levantó del suelo tomándolo de las solapas, le propinó golpes en el rostro, el cuello, estómago y ya no sintió más nada....
Despertó en una cama de hospital , con la cabeza vendada , como así también su pierna y el brazo izquierdo en cabrestillo. La rubia estaba cuidándolo , mirándolo con amor y los ojos húmedos- Lo abrazó , besándolo repetidamente murmurando palabras de ternura y cariño, explicándole que lo habían retirado de un reñidero de gallos de La Tablada, inconsciente y en sangrentado como los gallos que se trenzaban en le ring. Él la miró largamente con inmenso dolor y sólo atinó a decirle = Fallé querida, otra vez fallé - y rompió en un llanto convulsivo y conmovedor.

La rubia entró sin golpear a mi minúsculo departamento , me agarró de las solapas, me sacudió arteramente, me aplicó un rodillazo feroz en los genitales , dejándome doblado en 90º como una escuadra y penetró en mi oído derecho ululando como una ambulancia en código de emergencia : Me mentiste!! Me dijiste que lo habías liquidado y está vivito y coleando internado por traumatismo craneano con restitución íntegra de sus cualidades intelectuales, motrices y asesinas!!!!! No quiero volver a verte hasta que cumplas tu promesa !!!! Lo quiero muertoooo !!!! me entendés!!! Chau, Chau, Chaaaaaaauuuuuuuu!!!! terminó "tinellizando" su despedida , con un portazo que me hizo temblar hasta las medias ....Me quedé sólo, exhausto, agitado, transpirado y con un dolor testicular importante..Qué rodillazo me metió la guacha!!! Me puse una bolsita de hielo para desinflamar a los compañeros del "pelado" y empecé , mejor dicho continué pensando como lograr mi objetivo y no perder a mi amada rubia!!

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A buscar soluciones me metí
con cabeza y pies todo completo,
me puse a pensaren mi coleto
que plan poner en práctica y salí,
tomé la calle , diligente,
buscando soluciones ,
adecuadas , sin errores,
una idea eficaz, inteligente,
cuyo resultado final responda
al deseo de la rubia, insistente,
que quiere darme su amor
pero a cambio, es evidente,
de que manche mi alma con valor
liquidando al gordo definitivamente,
para amarla a ella, sin temor...
pero desesperado por el crimen
cargado a mis espàldas, sordamente,
me hubiese muerto sin brindarle,
el derecho a defenderse,
de esa manera ya no importa
si la oportunidad siguiente
termine con mi vida, no la suya,
mas....no le dejo chance alguna
lo mataré sin miramientos,
aunque fluya su sangre
en mis manos...¡No te miento!!!

Entró al boliche de siempre, pidió un "cortado", no encendió el "pucho" habitual porque había prometido no volver a fumar y se puso a exprimir el "balero" para el próximo intento de "desaparición" (no le gusta pensar en asesinato) del "gordo" inmundo.Se enteró fortuitamente de que el maldito era un adicto al juego.. caballos, ruleta, bingo, póker, pisa pisuela, hoyo y "quema", todo le viene bien para apostar fuerte.Salió y se fué derecho al hipódromo, se paró en la entrada detrás de un poste de alumbrado y comenzó a "fichar" para ver si el "gordo" se hacía presente. Pasadas 3 horas decidió continuar la espera en el Bingo Belgrano, pero tampoco tuvo suerte.Estaba nuevamente ante un poste y ya iba a partir decepcionado cuando observó un papel escrito a mano y pegado en el mismo en el que se anunciaba:-- ¡¡¡¡¡RIÑA DE GALLOS!!!!! ¡¡¡¡APUESTE Y GANE!!!!.Micros cada 30 minutos en la estación MIserere rumbo al " picadero"situado en La Tablada a partir de las 23 horas.--Lo leyó y releyó, su corazón latía apresuradamente como invitándolo a tentar la suerte para encontrar al babieca obeso...Se fué hasta el Once (pza. Miserere) y luego de 20' de espera en una " cola " de personas bastante larga, ascendió al microomnibus "trucho" donde algo apretado se sentó entre 2 nauseabundos individuos con un "pool" de olores a cuesta y mezclados= sudor, alcohol, cigarrillo, mugre.. Pese a todo, el optimismo que le hacía soñar con encontrar a su presa, lograba disimular estas desagradables experiencias..Así entre el "traqueteo" del "bondi", el "perfume" de los que estaban sentados a su lado, fué entrecerrando los ojos y ensoñó con el hallazgo y castigo al " gordo"

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Pisó el "reñidero" sin complejos
en un ambiente de humo, alcohol y tierra,
gritos destemplados, apuestas cruzadas
por 2 gallos viejos, desplumados...
Qué curiosa ansiedad encierra
el corazón de esos desalmados
sin conciencia que se entierran
en deudas abultadas,
sin recuerdos de familia,
esposa e hijos, madres, angustiadas
por no poder arrancar a los suyos
de esa greda barrosa que es el vicio
y viviéndolo como un suplicio...
Pero así es el misterioso y horrendo
tembladeral del juego sucio
donde se inmolan pobres bichos,
para solaz de instintos bajos y agresivos,
como el "gordo" delincuente y repulsivo
que allí seguro sentiría
encontrarse en su salsa maloliente,
y pleno de esperanza lo esperó
sin dudar de que el "marrano" inconsciente
allí vendría....