EL TELÉFONO SONÓ REPETIDAS VECES. Tardé en atenderlo porque me encontraba en el baño esforzándome para expulsar de mis entrañas las toxinas y deshechos indeseables que moraban en mi intestino.
Atendí como con bronca , enjabonado en partes y mojado en otras, y mi sorpresa fué mayúscula cuando oí la voz inconfundible del gordo Guille que penetró en mi cerebro como una ululante sirena de patrullero, reverberando, rebotando en el cráneo , hasta que desapareció en la tronera del cerebro, donde la decodifiqué y comprendí lo que me esperaba ...Hola chongo!! cómo andás?. Te llamo para invitarte este martes a que vengas a mi casa, para charlar un rato y aclarar por las buenas....o las malas...algunas cositas nuestras que no alcanzo a entender plenamente...
Me estremecí como una hoja agitada por el viento porque las misterosas palabras emitidas por el "gordo" lejos de ser amigables, transmitían un presagio de malas noticias y consecuencias funestas para mí...
Sólo atiné a decirle que aceptaba, que allí estaría sin dudar, el martes en su domicilio...
Corté , me serví un tremebundo vaso de whisky con hielo, en mi afán de detener el temblor que me recorría de la cabeza a los pies, e invocando a Dios y todos los Santos, para que se apiaden de mí y me ayuden a salir triunfante del encuentro o por lo menos vivo y sano.....

Me siento raro, obnubilado , perdido por lo que pasé en el bar,
transpiré , me bañé en sudor, impresionante, la experiencia
fué sustantiva , stressante, y tengo en mi febril conciencia,
la idea de que el Guille , por la rubia seguro me va a dar
no sé si su amistad, pero sí un poco de confianza , de respiro
que al fin de cuentas es obviamente, lo minimo que pido
para terminar con esta serie de errores, frustraciones

y además poder poner en caja mis serias emociones

que ya no logro manejar , ni siquiera contener, humildemente,

pues es imposible gobernar un barco sin timón en la tormenta,

aterrizar un avión en medio del océano bravío e imponente,

ganar una pelea contra una banda de feroces delincuentes,

cambiar el vino, la cerveza, el whisky duro por la menta ,

o sentir que en un recodo del camino podés perder la vida,

hundido en una zanja por hacerte el valiente justiciero

como el Quijote, luchaba en su locura embistiendo molinos,

cargando con su lanza enredada en las aspas del destino,

y yo, solo, también loco como él, me juego y desespero

por no terminar con esta historia sin fin , sin logros

sin victorias, a lo Pirro, porque la rubia me manda al frente

y el gordo me hace recular chocando tristemente

y haciéndome sentir que lo que emprendo, lo malogro.

Salud Guille!!! le espeté al "gordo" que me miró con sus ojos miopes, mientras su voluminosa nariz difundía la grasa por sus poros dilatados, y sus orejas de gnomo , puntiagudas, semejaban 2 alas de murciélago prontas a moverse para un vuelo corto, rasante, semejante a la perdiz, sin alardes de paloma y menos de cóndor o de Águila.
Emitió un resoplido furibundo seguido de un imperceptible eructo procesado por el Gancia con limón y soda que estaba sorbiendo mientras degustaba maníes, papas fritas y aceitunas con fruición y deleite, para luego saludarme con un Qué hacés rata de albañal, miserable!!! arrastrando las palabras entre sus dientes manchados por la nicotina y la lengua saburral, gruesa y pegajosa ..
Con el rostro enrojecido y vultuoso por la acción crónica de la bebida, el cigarrillo y la reacción aguda al ver al individuo que lo había perseguido, molesto, insistente pero sin éxito, me adelantó su puño derecho hasta 1 cm de mi nariz y prosiguió Estás muerto!! pedazo de imbécil!!! vos creés que la vida es joda?. Yo no perdono, voy a hacerte desaparecer triturado como esta aceituna en su destino de aceite..
Me sentí descompuesto, con náuseas y temblores por todo el cuerpo, pero debía seguir con lo planificado en mi mente febril, ahora debilitada por el miedo..
Esbocé una sonrisa, mejor dicho una mueca : Guille querido!!! casualmente vengo a disculparme de todo lo hecho porque comprendí que sos un gran tipo, que no te merecés que yo atente contra tu integridad si al final de cuentas no soy yo el que te odia , sino la "rubia" que me atosiga y que me exige acción y soluciones.
Cuando escuchó que yo culpaba a la rubia, el temblor de su cara y manos se acentuó, su cara perdió algo de su enrojecimiento y con labios macilentos, abrió su boca y comenzó en un murmullo , como a hablar consigo mismo: La rubia!! que mujer Dios mío!! Qué mujer!!Hermosa, tierna, complaciente, hot!!!! qué mujer!!!.
Se aplastó en la silla , quedó en silencio, resoplando como un búfalo, ensimismado , rumiando palabras ininteligibles, experimentando una suerte de convulsiones leves y prolongadas, acompañadas de un quejido, un estertor de dolor..
Yo respeté su silencio esperando a que hablara voluntariamente, que me dijera lo que sentía, que abriera su sucia alma para acercarme y ganarme su confianza.....