Friday, April 09, 2004

Tu nombre humeante


Me quema tu nombre en La Boca, sabés? En cualquier barrio es igual... necesito un trago y más leña al fuego... recuerdos que no habrán de borrarse así nomás, me aturden como una piña de boxeador. Pero eso es unir tu nombre a un deporte sin deporte; aunque algo los iguala. Me golpeaste aquella vez y tu golpe fue un beso certero. Fue inteligente tu adiós, porque me dejó pensando y, debo decirlo también, sin un centavo. En fin, te lo llevaste todo: las flores, el auto, las llaves de casa y un órgano sin teclas que yo llamé corazón. Me quedé vacío, sin asado y sin tu carne. Apenas me queda tu olor y tu nombre humeante. Pero la comida se quemó y mis labios te sufren cada noche, cuando me pongo la ropa, la piel del asador... al menos así recibo el aplauso.

Tuesday, April 06, 2004

Souvenir


"Todo se termina alguna vez"
dijiste el día "D":
el día de los enamorados fracasados.

Y a la noche ví el suicidio
de mi souvenir, estallando en mil pedazos.
Y las flores que llevaba de regalo
se volaron como el tiempo entre mis brazos.

Y oí tu risa por última vez
rebotando en la pared.
Me fui con el corazón raspando el salpicré.

No volví jamás entero
de una relación, no pude tocar el cielo.
Y las fotos que guardo en la billetera
van perdiendo su color, como mis sueños.

Tanta vida ví en sus ojos.
Tanto amor en los esbozos
de felicidad,
que no puedo recordarla
sin el rojo de su falda
flotando en la eternidad
de seis vainillas amarillas
recibiéndola.
Declaración

Lo siento, pero no tengo espinas para darte. Solo sonrisas y algo de arte: desearte es mi palabra favorita, aunque no la cumpla y haga como que no la conozco.

Yo sé que te gusta sufrir y después volcarte la botella de vino encima, pero tengo noticias para hoy. Me siento bien, no voy a rogarte, no queiro clavarte el puñal. Hoy te traje una estrella, bajé la luna hasta tu cama, te regué las sábanas con rosas, encontré las palabras justas... Y no me tengo que ir. Hoy seré noche para vos y quizá despertar mañana. Pero no nos adelantemos... Sacate ese traje de mártir y dejá que te llame Felicidad.
Ahhh... esto sí que es vida. Esto es agua para el oasis, es la sal del océano, la saliva en la boca y el aire en los pulmones. Esto es libertad...