Guille encendió su enésimo cigarrillo, volvió a aspirar el humo tóxico y mortal, lento pero seguro, que minaba sus pulmones, sus arterias, su estómago, vejiga, en fin a su organismo todo.... carraspeó no sé si por el pucho o por costumbre y continuó con su historia apasionante.

Su carrera de abogado penalista transcurrió sin sobresaltos durante 5 años en los que hizo prevalecer la justicia, la razón , no estando contaminado por el medio ambiente en que se movía, pero.... siempre hay un pero.... siempre hay un quiebre en el que la vida nos ofrece la disyuntiva de 2 caminos, a veces diferentes, a veces opuestos, en la que debe elegirse uno , no hay alternativa y, de alguna manera, sorpresivamente el gordo se vió obligado a apretar el botón, opción A , opción B , la "A" era la de seguir como hasta entonces, la "B" ... se pueden imaginar cual era la "B"...

Sin embargo no fué tan fácil como yo lo cuento, hubo una serie de hechos fortuitos que insensiblemente lo fueron encajonado en un sendero estrecho, tortuoso, que desembocaba en un precipicio hondo, oscuro y sin salida..

El caso de José M. Spritenz fué famoso en los anales de la jurisprudencia argentina, por la habilidad conque su abogado lo había "desincriminado" de la causa "tentativa de homicidio, falso testimonio, estafas reiteradas". El abogado como supondrán ustedes, era Guille quien contra sus principios se encargó de la defensa de un verdadero bandido, estafador profesional, criminal, que una vez liberado de la causa, le ofreció trabajar para él en exclusiva, por una suma fabulosa que el "gordo" no supo rechazar. Habían sido muchos años de su niñez, juventud y de profesión en los que debía vivir con lo justo, y la oportunidad que se le presentaba no era para desaprovecharla.

No se imaginaba como esta decisión, este camino que eligió en una de las tantas encrucijadas de la vida, lo habría de llevar a un destino ominoso, donde se perdían la honestidad, la paz, la libertad, hundiéndose en lo más abyecto de la sociedad.

Después, los casos resonantes de Praiero, Buchhouse, Peres Timoes, y Riestung afianzaron su posición en el ámbito tenebroso de las leyes, convirtiéndose en defensor de todo aquel que, perteneciendo al hampa tenía el suficiente dinero para comprar su libertad, o disminuir su pena al mínimo, y junto a estos éxitos, comenzó su vida fácil, las drogas, las mujeres "divertidas", el alcohol, el juego sucio, la timba, el descenso moral irrefrenable, la plata dulce......