Salí ilusionado, recorriendo las calles aledañas al planetario, recibiendo los piropos y groserías de los idiotas que pululan buscando un "pete", sexo violento con introducción anal, etc- Mi corazón comenzó a taquicardizarse presa de un miedo pánico por temor a lo desconocido y, porqué no decirlo, a la práctica de la sodomía, a la cual no quería bajo ningún concepto ingresar.
Paré para comer un "pancho super" con una "birra" porque tenía hambre y también para tomar valor para lo que iba a hacer.
Minetras masticaba la salchicha tan gomosa y pálida como una manguera de caucho rellena de
"plasticola" vieja y rancia , iba mascullando para mis adentros la técnica a emplear para triunfar en el evento y evitar perder mi tan querida virginidad.
Los autos pasaban incesantemente, paraban a requerir detalles para obtener los beneficios ansiados, si cerraban trato lo hacían subir al "chongo", sino seguían haciendo la calle sin inquietarse.
Los físicos que mostraban mis "colegas" eran sexies, ampulosos, tremendos pechos, culos torneados, que inclusive me calentaban a mí, pero lo sublimaba concentrándome en el "gordo" que seguro me miraría a mí con la misma codicia y lascivia.
De pronto vi aparecer el BMW de mi presa, se acercaba lentamente deteniéndose para cotejar precios y calidad de la mercadería. Mi frecuencia cardíaca subió vertiginosamente cuando se detuvo frente a mí y a otro "traba" que se me quiso adelantar, pero fué inútil, le crucé la pierna ante su arremetida, tropezó ampulosamente, cayendo al costado del cordón de la vereda.
Yo aproveché rápidamente la oportunidad, hice un mohín erótico y sensual, balbuceando "a vos te lo hago gratis mi amor". El Guille sorprendido por la gratuidad dudó unos segundos pero yo había saltado al asiento delantero y le acariciaba su cara sudorosa y fea.
Rápidamente tomó el control de la situación y rumbeó hacia un lugar oscuro y solitario, apagó las luces del auto y se me arrojó encima farfullando palabras procaces, con las que me incitaba a entregar el "marrón" , a hacerle un "pete", mientras desabrochaba su ampulosa bragueta que se había inflado abruptamente, sus asquerosas manos recorrían mi cuerpo , bajaron a mis nalgas queriendo abrirlas , mientras brotaba su poderoso pene del pantalón desprendido...
Ahí comprendí que si persistía en mi intención de contenerlo, para asesinarlo alevosamente, no lo iba a lograr, además el gordo Guillermo me haría suyo en un abrir y cerrar de ojos...
No lo pensé más , le dí un empujón, tiré a la mierda los zapatos de tacos altos, me até la pollera a la cintura, abrí la puerta del coche y salí "echando putas" sin parar, sin mirar hacia atrás, mientras escuchaba la voz del gordo, desgarradora, decepcionada, llamándome plañideramente para poder satisfacer su pasión desenfrenada..
Después de correr 5 cuadas sin detenerme, me frené , traté de recuperar el aliento perdido, cerré mis nalgas espasmódicamente como un reaseguro que todo estaba igual, sin cambios, alcé mi mano con el dedo medio erguidoy el resto de los dedos flexionados y le grité con toda mi voz =
"fáquiu" gordo repelente!!!!!! .......
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Cuando llegué a mi deptº de soltero me arrojé en la cama y así, vestido como un "puto triste" me dormí feliz de haber salido fracasado pero indemne.